Para el año 2035, se espera que la obesidad infantil afecte a 254 millones de niños de entre 5 y 19 años a nivel mundial, un aumento impactante comparado con los 159 millones en 2020. Los países de ingresos bajos y medios soportarán la mayor parte de esta carga, impulsada por la urbanización acelerada, dietas de mala calidad y el acceso limitado a la actividad física y a alimentos nutritivos.
Los datos más recientes nos alertan sobre una realidad preocupante. Según el World Obesity Atlas 2023, se espera que la cantidad de niños y adolescentes entre 5 y 19 años que viven con obesidad alcance aproximadamente los 254 millones para 2035. Este es un aumento pronunciado desde los 159 millones en 2020, y señala una creciente preocupación mundial sobre la obesidad infantil.
Las proyecciones indican que las tasas de obesidad en niños casi se duplicarán, alcanzando los 126 millones, y se espera un aumento del 125% en niñas, para llegar a casi 128 millones en 2035. Estas cifras reflejan casos de obesidad clínica según los criterios de IMC por edad establecidos por la Organización Mundial de la Salud.
Aunque estadísticas como estas pueden parecer abrumadoras, hay esperanza. Pequeños y constantes cambios en casa pueden contribuir enormemente a que los niños desarrollen hábitos saludables que duren toda la vida.
Los países de ingresos medios-bajos presentan los aumentos más pronunciados, con un incremento aproximado del 4.1% anual en obesidad infantil. Incluso en países de altos ingresos, donde el crecimiento anual ronda el 1.3%, la tendencia sigue siendo preocupante. Si no se realizan cambios significativos, se proyecta que estos patrones continúen por varias décadas.
En este blog:
Se estima que para el año 2035, más de tres de cada cuatro niños con obesidad vivirán en países de ingresos bajos y medios (PIBM). Los aumentos más drásticos se prevén en África y Asia. Solo en África, la obesidad infantil podría triplicarse, pasando de 6 millones en 2020 a 19 millones en 2035.
De manera preocupante, nueve de los diez países con mayores aumentos relativos en obesidad infantil son PIBM. Esto demuestra cómo la obesidad infantil es un problema global, no solo de países ricos.
Muchos de estos países enfrentan la “doble carga de la malnutrición”, lo que significa que la desnutrición—cuando los niños no obtienen suficientes calorías—y la obesidad—cuando consumen demasiadas calorías vacías—coexisten en la misma comunidad.
Las familias en estas áreas a menudo tienen acceso limitado a alimentos ricos en nutrientes. Como resultado, los niños dependen de comidas económicas y altamente procesadas que carecen de vitaminas y minerales.
💡 Consejo Rápido: Busca alimentos integrales económicos como frijoles, huevos y vegetales de temporada para reemplazar los refrescos y snacks azucarados.
La urbanización lleva a muchas familias a ciudades donde los platillos tradicionales son reemplazados por alimentos ultraprocesados. Este cambio, conocido como “transición nutricional”, ha provocado que los niños consuman más:
Este cambio en los hábitos alimenticios está estrechamente ligado al aumento de la obesidad infantil y demuestra por qué debemos evitar la comida chatarra. Los entornos urbanos también dificultan que los niños se mantengan activos debido a:
👶 Consejo para Padres: Caminatas cortas y juegos de movimiento en casa pueden ayudar a mantener a los niños activos en entornos urbanos.
Es fácil pensar que la obesidad infantil se debe solo a la fuerza de voluntad, pero nuestros hijos crecen en un complejo “entorno obesogénico”.
Desde la publicidad alimentaria hasta el diseño de la comunidad, muchos factores externos determinan lo que las familias consumen y cuánto se mueven los niños. Para comprender mejor estas influencias, visita este análisis detallado de las causas de la obesidad.
Algunos de los principales factores que contribuyen a la obesidad infantil hoy en día incluyen:
💡 Consejo Rápido: Crea una lista de comidas saludables y rápidas para días complicados y así facilitar la alimentación nutritiva.
La obesidad infantil puede llevar a graves consecuencias duraderas como diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Muchos de estos riesgos persisten hasta la adultez. La Organización Mundial de la Salud señala que la mayoría de los niños con obesidad se convierten en adultos obesos, a menudo con condiciones crónicas más tempranas y severas.
👶 Consejo para Padres: No es necesario transformar la dieta entera de tu hijo; comienza con pequeños logros como reducir el azúcar añadido.
Además de la salud, hay un coste económico significativo. La Federación Mundial de Obesidad estima que para 2035, la obesidad costará a la economía global $4.32 billones anuales, lo que representa el 2.9% del PIB mundial.
Veamos a dónde se destinan estos recursos:
Fomentar estilos de vida saludables desde la infancia puede reducir significativamente los gastos médicos a nivel personal y social.
Revertir la obesidad infantil requiere tanto cambios en el entorno familiar como soluciones a gran escala. No depende solo de los padres—las escuelas, gobiernos, sistemas de salud y comunidades también tienen un papel crucial.
Aquí tienes 10 estrategias respaldadas por la ciencia de la Organización Mundial de la Salud que pueden marcar la diferencia:
💡 Consejo Rápido: Cuando puedas, prepara comidas los fines de semana o cocina porciones grandes para ahorrar tiempo entre semana.
Escrito por: Vivian Castillo, MS, RD, CNSC – Nutricionista registrada y experta en nutrición clínica pediátrica.
Fuentes:
World Obesity Federation - World Obesity Atlas 2023
Organización Mundial de la Salud - Obesidad y Sobrepeso (ficha técnica)
The Lancet - Artículo: "La Epidemiología Global de la Obesidad"
hace 4 semanas