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Cómo manejar los brotes de crecimiento y los cambios de apetito en niños pequeños

Los niños pequeños experimentan cambios impredecibles en el apetito, a menudo impulsados por brotes de crecimiento natural, desarrollo emocional y necesidades energéticas cambiantes. Comprender el vínculo entre estas fluctuaciones y ofrecer comidas consistentes y sin presión puede fomentar hábitos alimenticios más saludables y reducir el estrés a la hora de comer.

Aspectos clave

  • Los cambios de apetito en los niños pequeños están estrechamente relacionados con los brotes de crecimiento y los niveles de actividad.
  • El método de División de Responsabilidades anima a los niños a autorregular su ingesta de alimentos mientras los padres gestionan la estructura y las opciones.
  • Las etapas de selectividad alimentaria—cuando los niños pequeños prefieren solo algunos alimentos específicos—son típicas y generalmente pasajeras.
  • Ofrecer una variedad de alimentos ricos en nutrientes sin presionar fomenta hábitos alimenticios saludables a largo plazo.
  • Los brotes de crecimiento pueden afectar el sueño, el estado de ánimo y la talla de ropa, señalando la necesidad de apoyo emocional y ajustes nutricionales.

Cuando los cambios de apetito parecen extremos: por qué es normal y qué hacer

Si sientes que el apetito de tu niño pequeño cambia de una hora a otra—algunos días devora la cena y otros apenas prueba un bocado—no estás solo. Estos cambios pueden ser sorprendentes, incluso preocupantes para madres y padres. ¿La buena noticia? Son totalmente normales.

Las fluctuaciones del apetito en los niños pequeños suelen estar relacionadas con su crecimiento. Durante los brotes de crecimiento, el cuerpo de tu hijo puede necesitar más calorías para impulsar su desarrollo. Otras veces, especialmente cuando el crecimiento se desacelera, el apetito puede disminuir naturalmente o el niño volverse más selectivo con lo que come.

La mayoría de los niños pequeños necesitan entre 1,000 y 1,400 calorías por día, aunque las necesidades individuales varían según su actividad física y el crecimiento. Es más útil centrarse en patrones con el tiempo—no en cuánto come tu hijo en un solo día.

En este blog:

  • Cambios de apetito en niños pequeños
  • Señales de un brote de crecimiento
  • Nutrición durante los brotes
  • Cómo sobrellevar la selectividad alimentaria
  • Cuándo buscar ayuda
  • Cómo se ve realmente el crecimiento en niños pequeños

Confiar en su instinto: la División de Responsabilidades

Si te preguntas cómo saber si tu hijo está comiendo lo suficiente, te tranquilizará saber que los niños son sorprendentemente hábiles para escuchar sus propias señales de hambre. Esa es la idea detrás de la División de Responsabilidades en la alimentación, un enfoque ampliamente respetado desarrollado por la experta en alimentación Ellyn Satter.

Este modelo ayuda a reducir la presión en las comidas al delinear roles claros para todos en la mesa:

  • Los padres deciden qué, cuándo y dónde se ofrecen las comidas y meriendas.
  • Los niños deciden si comer y cuánto.

Este equilibrio respetuoso anima a los niños a mantener una conexión con su hambre y saciedad, mientras promueve una relación saludable con la comida.

Consejo para padres: Dejar de enfocarse en cuánto comen en cada comida puede reducir el estrés y mejorar el ambiente en la mesa.

Cómo manejar las etapas de selectividad alimentaria

Un día ama el brócoli, al siguiente solo quiere banano... durante días. Bienvenido al mundo de las etapas de selectividad alimentaria, cuando los niños pequeños piden el mismo alimento una y otra vez.

Aunque esto puede ser frustrante, suele ser una fase pasajera. Estas etapas son normales en la infancia y a menudo se resuelven por sí solas. Si tu hijo solo quiere comer su alimento favorito, intenta ofrecerlo junto con otros—sin presionar.

Tip rápido: Mantén un ambiente relajado y las comidas constantes—presionar generalmente genera el efecto contrario en niños pequeños.

Esta exposición gentil mantiene otros alimentos en juego mientras se respeta su preferencia actual. Algunos consejos útiles:

  • Mantén un ambiente positivo y sin presión en las comidas.
  • Sigue ofreciendo una variedad de opciones saludables.
  • Confía en que las preferencias de tu hijo cambiarán con el tiempo.

Para más ayuda con la selectividad alimentaria, la paciencia y la constancia son clave. También puedes encontrar ideas nutritivas de comidas que incluyan sus preferidos actuales.

Señales de que tu niño está teniendo un brote de crecimiento: signos que no debes ignorar

Apetito, ánimo y más

Ese aumento repentino del apetito suele venir acompañado de más que repeticiones de comida. Los brotes de crecimiento también pueden reflejarse en el estado de ánimo, el sueño e incluso en cómo le queda la ropa a tu pequeño de un día para otro.

Signos comunes de un brote de crecimiento:

  • Aumento del hambre o pedir más comida de lo habitual
  • Cambios de ánimo: puede estar más irritable o demandante
  • Claves físicas: zapatos o ropa ajustada y cambios visibles en peso o estatura

Conexión entre el crecimiento y el sueño

El sueño es tan importante como la comida durante los períodos de rápido crecimiento.

Durante el sueño—especialmente el profundo—el cuerpo produce la hormona del crecimiento humano (HGH), esencial para el desarrollo físico. Por eso muchos niños pequeños duermen más o necesitan más siestas durante estos brotes.

Puedes notar:

  • Más horas de sueño nocturno o somnolencia inesperada durante el día
  • Siestas más frecuentes o prolongadas
  • Sueño interrumpido o inquieto, posiblemente por dolores de crecimiento

Tip rápido: Mantén rutinas relajantes antes de dormir y brinda consuelo adicional durante los despertares relacionados con el crecimiento.

Alimentando un cuerpo en crecimiento: alimentos poderosos que los niños realmente comen

Crecer requiere energía, y el combustible adecuado hace la diferencia.

Durante los brotes de crecimiento, los niños se benefician de alimentos ricos en proteínas, hierro, calcio y grasas saludables. En general, necesitan 700 mg de calcio y 7 mg de hierro al día.

La leche entera, recomendada después del primer año, apoya el desarrollo cerebral gracias a su contenido graso—pero los niños pequeños pueden ser comedores impredecibles. Si tu hijo no quiere comer, evita la presión. Sigue ofreciendo platos variados y respeta sus señales de hambre.

Impulsores nutritivos aprobados por niños pequeños

Diez alimentos ricos en nutrientes que suelen gustarles:

  • Yogur griego entero
  • Aguacate
  • Huevos
  • Lentejas y frijoles
  • Salmón
  • Camote
  • Mantequillas de nuez untadas finamente (con seguridad)
  • Carnes magras molidas
  • “Arbolitos” de brócoli
  • Avena

Consejo para padres: Porciones pequeñas y sin presión—la curiosidad nace de la comodidad.

Conviviendo con la selectividad alimentaria: estrategias que realmente ayudan

Surfeando las olas del apetito

Los hábitos alimenticios de los niños pequeños suelen aparecer en oleadas: una semana comen todo, la siguiente no muestran interés. Es una parte normal del crecimiento.

En días de más hambre, ofrece porciones extra de vegetales o proteínas. Cuando el apetito disminuya, confía en que podrán autorregularse.

Según la División de Responsabilidades, deja que ellos decidan si y cuánto comer, mientras tú gestionas qué, cuándo y dónde.

Crear un ambiente positivo en las comidas

Aunque su apetito sea impredecible, una rutina constante puede ayudar. Intenta seguir tres comidas y dos meriendas al día en horarios consistentes.

Tip rápido: Apunta a una cucharada de cada grupo de alimentos por año de edad: ¡una porción amigable para niños pequeños!

Incluye un alimento conocido y seguro junto a otros nuevos para evitar convertirte en un chef por encargo.

Presentar nuevos alimentos con paciencia

Algunos niños necesitan hasta 15 exposiciones antes de probar algo nuevo. ¡Y está bien!

Prueba estas estrategias suaves:

  • Deja que vea los nuevos alimentos en tu plato
  • Fomenta formas sin presión de tocar o ayudar con la comida
  • Coloca nuevos alimentos en su plato sin expectativas
  • Habla sobre el color, forma y olor
  • Celebra todas las interacciones— ¡incluso solo una mirada cuenta!

¿Qué es típico y qué no? Cuándo llamar al pediatra

Signos que pueden ser preocupantes

A veces, la selectividad alimentaria puede indicar algo más. Considera contactar al pediatra si notas:

  • Menos de seis pañales mojados al día o signos de deshidratación
  • Fatiga persistente o letargo
  • Dolor, atragantamiento o arcadas al comer
  • Rechazo total de comida por más de un día
  • Problemas digestivos persistentes

Comprender la gráfica de crecimiento

Las gráficas de crecimiento ayudan a seguir el progreso. Las fluctuaciones ocasionales son normales, pero una caída constante en varias visitas puede requerir atención.

Si hay preocupación, tu proveedor puede evaluar la ingesta, el crecimiento, la digestión y el bienestar general.

Consejo para padres: Tú conoces a tu hijo mejor que nadie—confía en tu instinto y pregunta si necesitas claridad.

Cómo se ve realmente un brote de crecimiento: no se trata solo de crecer en estatura

Un camino con pausas y avances

El crecimiento de tu niño pequeño no será lineal—y eso es completamente normal. Después del primer año, el crecimiento se desacelera y se vuelve más esporádico.

La mayoría de los niños ganan alrededor de 1.8 a 2.7 kg (4 a 6 libras) y crecen 5 a 8 cm (2 a 3 pulgadas) por año. Los brotes suelen ocurrir alrededor de los 18 meses, 2 años y 3 años.

Más que solo ganar estatura

Estos brotes también afectan las emociones y la coordinación. Tu hijo puede mostrarse más apegado o torpe inesperadamente.

Los cambios en alimentación, sueño y conducta son esperados. Mientras los patrones generales se mantengan, no hay mayor motivo de preocupación.

Seguir el progreso, no la perfección

Cada niño crece a su propio ritmo. Enfócate en:

  • Amor constante y atención
  • Comidas equilibradas y rutinas
  • Exploración alimentaria sin presión

No estás solo en esto. Sigue ofreciendo apoyo—y explora nuestros consejos para crear una relación positiva con la comida.

Escrito por: Jessica Facussé, Cofundadora de Little Lunches, chef formada en el International Culinary Center, graduada de Harvard Business School y reconocida por Bloomberg como una de las 100 principales innovadoras de América Latina.

Fuentes:
HealthyChildren.org - "Picky Eaters"
Ellyn Satter Institute - "The Division of Responsibility in Feeding"
HealthyChildren.org - "Growth Spurts"
KidsHealth - "Growth Spurt"
Cleveland Clinic - "Toddler Picky Eater"

hace 3 semanas